Este proyecto tiene como punto de partida el reto que presenta la fuerte identidad de sus fachadas. La necesidad de dotar de empaque al acceso peatonal del hotel respetando el carácter compositivo del conjunto y a su vez otorgando singularidad e identidad propia a la intervención, permite generar un voladizo curvo apoyado en una seriación de pilares que tolera tanto la apertura de huecos trazando el cruce de caminos a puntos de interés del hotel como instalación de marcos lumínicos que potencian el acceso componiendo un ambiente único. La integración de esta intervención se consigue mediante el análisis en detalle de la geometría y acabados de las fachadas para su posterior implementación en los elementos constructivos que la componen sumado a la integración de la vegetación tan característica de este hotel.